LOS HIJOS CRECEN
El largo proceso por el que pasa una pareja, tal vez se ve
más afectado durante la adolescencia de los hijos, puesto
que su vida ha girado alrededor de las necesidades de
ellos. Que los hijos crezcan, propicia que su estancia en
la casa ya no sea constante; si antes todos los fines de
semana comían juntos, ahora cada uno de los hijos realiza
actividades diversas, ya no pasan tanto tiempo con la
familia, se van al cine con sus amigos, organizan paseos, ven a la novia o novio. Las reglas de la casa van a tener
que cambiar.
Como se observa, los diferentes momentos por los
que atraviesa una familia en el transcurso de su vida,
van exigiendo que tanto hijos como padres procuren
ser flexibles en la forma de relacionarse, ya que cada
integrante va experimentando cambios físicos y mentales
inevitables y es necesario saberlo para vivirlos, transi-tarlos
y/o superarlos de la mejor manera.
Es importante que durante todo el desarrollo de los
hijos, tanto el hombre como la mujer, continúen siendo
la pareja que se unió por amor, por ser compatibles,
porque hicieron un plan de vida. Es decir, que no se
conviertan únicamente en “la mamá” o “el papá”, ni que
sólo respondan a demandas de los hijos; es necesario
que los cónyuges se den tiempo para ellos, que continúen
realizando actividades conjuntas y que la responsabilidad
de los hijos sea compartida.
Si para la pareja los hijos son lo único que la
mantiene unida, pueden emerger problemas que están
relacionados con otros conflictos que no se han aclarado
ni resuelto, y aunados con las situaciones actuales, es
posible que llegue el momento en que no se diferencie
si los problemas son de antes o del presente; esta fase
de desequilibrio, si se maneja de manera adecuada,
promoviendo la comunicación y la confianza, puede
ser aprovechada para alcanzar otra vez una estabilidad
conveniente tanto para el padre, la madre, como para
los hijos.
Para favorecer este aspecto la pareja debe entablar
nuevas relaciones, tener actividades comunes, aprovechar
el tiempo que están juntos; pueden buscar a alguien de
confianza que cuide a los hijos pequeños, mientras ellos
disfrutan su compañía en actividades tales como: ir a
cenar, asistir a un baile, replantear su vida sexual, realizar
algunas cosas que hacían cuando eran novios.
Los padres saben que está cercano el tiempo en que
los hijos se van, lo que les hace pensar en conformarse
nuevamente como pareja; esto en ocasiones provoca
algunos conflictos entre ellos, precisamente por los
cambios en la relación que tenían con sus hijos, pero
sobre todo por el hecho de que la mamá y el papá
probablemente cambiaron la relación de pareja durante
el desarrollo de los hijos.
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