Hay que recordar que también existe la opción de la elección de pareja y el posible matrimonio. Es muy difícil entender y sobre todo aceptar esta decisión de los jóvenes; ante los ojos de los padres aún son “infantiles” y todavía no saben lo que hacen, siendo que ya están en la posibilidad de asumir dicha responsabilidad.
En algunos casos se hacen novios desde la secundaria, y cuando están en la universidad deciden casarse por el amor que se profesan. El novio se las arregla para trabajar y estudiar con tal de estar al lado de su amada.
En otras situaciones es necesario el matrimonio por el futuro nacimiento de un bebé, lo que genera malestares en las familias de los novios. Tal acontecimiento se puede resolver a través del diálogo, es necesario comprender que los hijos han crecido y pueden afrontar esta situación.
Ahora, la intervención de los adultos en el desarrollo de los jóvenes está centrada en el acompañamiento y en una orientación adecuada, para que ellos sean los que tomen la decisión que consideren más pertinente para su futuro.
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