miércoles, 11 de septiembre de 2013

CAPITULO I.- LA FAMILIA (Cuando llegan los hijos)

CUANDO LLEGAN LOS HIJOS






El nacimiento del primer hijo abre una etapa diferente en la pareja; en este momento, los nuevos padres tendrán que resolver una serie de situaciones y problemas, la mayoría de ellos relacionados con la crianza de los hijos.






Es importante que cada uno de los miembros de la pareja se sienta en el papel de la madre y padre, ya que esto les permitirá asumir las responsabilidades y obligaciones que haya que cumplir en relación con el crecimiento y desarrollo de los hijos, por ejemplo: habrá que estar al tanto del cuidado integral del hijo, favoreciendo su salud, llevándolo al médico, considerando el tipo de valores que se le quieren transmitir, planeando quien lo cuidara cuando no sea posible para los padres, indagando la escuela ideal en la que lo inscribirán, como debe ser educado, el tipo de alimentación que debe tener, los deportes y entretenimientos adecuados a su edad, etc.






La familia brinda al niño las primeras experiencias, así como los elementos necesarios para su desarrollo; los hijos son más vulnerables en este periodo, por lo que hay que brindarles apoyo. Si la familia cumple con proporcionar un ambiente seguro y protector donde los hijos pequeños inicien su aprendizaje, se obtendrán resultados exitosos.






Cuando los hijos ingresan a la escuela, los padres también modifican su organización en cuanto algunas actividades que ahora tienen que cumplir, desde estudiar junto con ellos, hasta supervisar las relaciones que establecen con otros niños.






Durante el tiempo que los niños están en la escuela, la madre y el padre, sobre todo la madre, tendrán un poco más de tiempo, puesto que la atención que el niño requiere esta compartida junto con sus profesores, con sus compañeros de salón, y/o con sus nuevos amiguitos.






Se presentan cambios importantes en las relaciones entre padres e hijos y en la forma como estaba funcionando la familia, porque los niños pasan más tiempo fuera de casa por actividades relacionadas con la escuela, o por jugar con sus amigos; también el papa y la mama pasan más tiempo que no tienen nada que ver con la familia (amistades del trabajo, vecinos, entre otros).






Con las nuevas enseñanzas que los niños están recibiendo, sus preguntas son más frecuentes y en ocasiones complicadas, pues surgen del aprendizaje escolar y de la información que entre compañeros se brindan; algunas preguntas en ocasiones causan incomodidad, como las relacionadas con los aspectos sexuales: "¿cómo nacen los niños?"; ante esto, los padres necesitan ser claros y pacientes para propiciar un ambiente de confianza y establecer una adecuada comunicación.






Esta es una etapa de establecimiento de relaciones sociales, tanto para los hijos como para sus padres. El círculo de las amistades se hace más grande por la presencia de los amigos de los hijos, así como de los padres de esos niños. Este es un tiempo de conocer y ampliar el contacto con otras familias; en las reuniones de padres de familia es común escuchar comentarios tales como: "mi hijo es muy inteligente", "si vieras lo bonito que dibuja mi hijo", "la semana pasada le dieron un diploma a mi hija".






Las necesidades de la familia son diferentes conforme los hijos crecen y pasan de la niñez a la adolescencia y posteriormente a la vida adulta; esto implica nuevas formas de pensar, de actuar y de percibirse a sí mismos, además de las nuevas actividades y relaciones que ello conlleva; es importante que cada uno de los integrantes lo comprenda, ya que por lo general estos procesos se viven como periodos críticos. Son momentos donde la relación afectiva de los padres con los hijos es indispensable para fortalecer el vínculo familiar.






Los hijos adolescentes desean vestirse a la moda y su modo, quieren estar solos, comer alimentos "chatarra", y por la necesidad de pertenecer a un grupo y sentirse aceptados socialmente, en ocasiones, tienen relaciones sexuales a temprana edad e inician el consumo de cigarrillos o de alcohol. En ciertos casos, el joven puede adquirir la libertad que requiere oponiéndose a las reglas que habían regido las relaciones de la familia.






Cuando los últimos hijos han llegado a la adolescencia la pareja de padres cuanta con más tiempo, algo que no tenían, lo que de cierta manera altera y cambia a la organización con que había estado funcionando la familia.









La familia, ante estas situaciones, busca formas diferentes para relacionarse entre sí, para poder llegar a acuerdos y atender las necesidades de los adolescentes, así como del resto de los integrantes, sin dejar de lado las reglas que permitan una sana convivencia familiar.







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