FORMACIÓN DE LA PAREJA
Cuando una pareja decide vivir bajo el mismo techo, un nuevo proceso se pone en marcha, tratando de conjuntar una vida en común adecuando sus costumbres, gustos y diferencias.
La experiencia mas significativa de todo ser humano es el amor; con amor fuimos creados y por el amor actuamos. En la familia este sentimiento se expresa a través de la convivencia diaria, en las actividades compartidas por todos y cada uno de sus integrantes. Por ejemplo, cuando la mama besa a su hijo pequeño, cuando el papá celebra alguna "gracia" del bebe o los hermanos comparten sus juguetes.
El matrimonio se puede considerar como el primer paso para formar una familia; es la etapa en donde realmente se conoce a la pareja. Ambos, al unirse tienen, en forma diferente, un conjunto amplio de valores, normas y conductas. Se convierten de un día para otro en esposa y esposo, la vida sexual ya es legitima entre ellos, convienen físicamente en un lugar que les es propio.
A través de la convivencia diaria, cada uno de los cónyuges descubre las cualidades y las deficiencias del otro lado, lo cual no debe ser un problema, simplemente es una parte de un periodo de aprendizaje necesario para la formación de una nueva familia. Se deben establecer acuerdos que ayuden a mantener entre ellos cierto equilibrio; es conveniente que este tiempo de adaptación tenga lugar antes del nacimiento de los hijos, pues su llegada implicaría nuevas modificaciones.
En algunos momentos, es probable que el o ella piense: "cuando eramos novios se preocupaba mas por su arreglo personal", "nunca me imagine que roncara", "es la persona con la que quiero vivir el resto de mi vida?"; estos pensamientos se dan generalmente en los primeros meses de matrimonio. El carácter de cada uno marca pequeñas diferencias entre ellos, por lo que se dice que ambas partes deben aceptarse como son, aunque en ocasiones algunas situaciones sean molestas, el respeto mutuo favorecerá la unión y la estabilidad de la pareja.
Una comunicación adecuada es indispensable, hasta para detalles que pudieran considerarse pequeños, por ejemplo: la pareja deberá hablar acerca de los gustos por la comida, los horarios, la forma de dormir, las amistades comunes, así como la satisfacción y el significado que tienen para cada uno las relaciones sexuales.
La unión de la pareja puede resultar difícil tanto para cada uno de ellos, como para sus padres, por se el momento en que ambos deciden formar una nueva familia y alejarse físicamente de la que tenían antes; en otras palabras, ha llegado el día de salir del hogar de los papas para establecer el propio.
El proceso de conformación de un nuevo hogar suele ser complicado, ya que implica:
La administración del dinero, por ejemplo el pago del teléfono la renta de la casa, la compra de ropa, etc.
La distribución de quehaceres domésticos como cocinar, lavar ropa, bañar a la mascota, entre otros.
Establecer acuerdos para compartir el tiempo libre. Cada uno de ellos seguramente tienen actividades propias; tal vez los dos trabajen, por lo que sera necesario definir los momentos que pueden destinar a actividades conjuntas, como ir al cine, practicar algún deporte, comer, visitar a los familiares.
Planificación de los hijos que desean. Es responsabilidad de ambos considerar el momento y el numero de hijos que decidan tener; dicha responsabilidad requiere de:
a) Una reflexión acerca de sus vidas, intereses y problemas;
b) Una buena comunicación;
c) Un adecuado manejo de emociones negativas (mal humor, ansiedad, egoísmo);
d) Fomentar la confianza y la seguridad;
e) Orientación y motivación;
f) ser congruentes entre lo que se dice y se hace;
g) Proporcionar un ambiente favorable para su desarrollo físico mental y social.
Los recién casados pasan por un periodo inicial de vida en pareja en donde comparten sus ilusiones y planean una vida juntos con la idea de que esta sea por siempre. Esto quiere decir que el matrimonio no solo es el encuentro de dos personas, sino el compartir sentimientos que van a dar paso a la formación de proyectos futuros.
Para los padres de la pareja, el separarse de sus hijos puede causarles tristeza, ya que independientemente de que haya mas hermanas o hermanos en la familia, la partida de alguno modifica la vida familiar.
El proceso de adaptación por parte de los suegros, lleva a la aceptación del yerno o nuera; esto es cuando se escuchan comentarios como: "no pierdo una hija (o), gano un hijo (a)". En caso de que el proceso de aceptación por parte de las familias fuera difícil la pareja deberá buscar la forma de fortalecer su vida matrimonial y demostrarse a si mismos y a los demás que el amor que se tienen puede vencer todos los obstáculos que se les presenten.
En algunas familias, los recién casados deciden vivir en la casa de alguno de los padres de los cónyuges por lo que es conveniente que se establezcan cambios en la organización, por ejemplo:
Delimitar claramente el papel de cada uno de los integrantes. La nueva pareja debe hacerse cargo de algunas funciones dentro del hogar, tales como la administración de los gastos, participación de labores domesticas; también existen derechos a la privacidad, a expresar sus sentimientos, a llegar a negociaciones, etc.
Establecer acuerdos sobre normas que favorezcan la convivencia familiar, tales como: respeto ante decisiones que tome la nueva familia en cuanto al cuidado y educación de los hijos, aceptación de actividades que solo involucren a la pareja (paseos, ir al cine, comer fuera de casa).
Para establecer su identidad, la pareja debe crear sus limites, es decir, fijar sus reglas internas y apoyarse mutuamente, tratando de marcar fronteras entre ellos y sus respectivas familias.
La importancia de este momento en la pareja es clave para el futuro, aunque no se pueda considerar definitivo. Si se logra superar los problemas, los desajustes, las primeras desilusiones y ademas se fortalece la capacidad de organización y acoplamiento matrimonial, entonces se estará en posibilidades de conformar una familia sana.
Este periodo en ocasiones coincide con el primer embarazo; cuando es así se corre el riesgo de perder un momento clave en la pareja; es conveniente que la llegada del primer hijo sea deseada y se cuenta con los recursos que requiere la atención de un nuevo ser (situación económica estable, información sobre desarrollo infantil y sobre todo una vida de pareja armónica).
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