lunes, 16 de septiembre de 2013

Ellos aprenden jugando

En el juego existen reglas: “vamos a jugar a las escondidillas, pero no se vale salirse del escondite hasta que te encuentre...”; con facilidad hacen amistad con los niños de su misma edad, incluso con niños menores. Ya pueden compartir sus pertenencias para hacer más divertido el juego. Sin embargo, suelen reclamar la par-ticipación de un adulto, sobre todo cuando hay que solucionar un problema de justicia (“Juan perdió y no quiere darme la pelota”, “Laura no quiere jugar conmigo a la casita”).

Sus juegos ya empiezan a separarse por sexos. Las niñas prefieren actividades que impliquen movimientos más finos, como saltar la cuerda, el baile, jugar a la casita, o muestran más destreza en tareas que requieren mayor precisión (pegar, colorear sin salirse del contorno). Mientras que los niños prefieren juegos más bruscos: el futbol, trepar el árbol más alto, las luchitas, etcétera.

A esta edad pueden entender y respetar los planteamientos del adulto respecto a las actividades escolares, del hogar, acuerdos para los horarios de juego, visitas a la casa del amigo, reglas en el salón de clases, etcétera.

Y puesto que ya son capaces de entender los razonamientos, se debe recurrir más a la palabra amable que a la exigencia. Es una forma de fomentar el deseo ya imparable por aprender; sobre todo, necesitan que se mantengan inalterables ciertas normas y rutinas en el hogar y en la escuela, porque ello les otorga seguridad y confianza en sí mismos.

Papá y mamá deben evitar a toda costa el chantaje afectivo, es decir, retirarles el cariño por una mala acción o un berrinche, por ejemplo: “ya no te quiero, por necio”, “eres un chamaco grosero, ya no te quiero”. Estas frases se pueden cambiar por “no debes hacer eso porque te puedes lastimar”, “esa palabra se escucha muy mal, por favor no la digas”.

La seguridad y la motivación que les transmitan sus padres fortalece la toma de decisiones, la confianza en sí mismos, el respeto a los demás y sobre todo, el deseo de ser exitosos.


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