Sí, las drogas destruyen, pero cuando me
enteré de su existencia tenía que saber si era verdad lo que se decía de ellas.
Para los que no sepan, la definición de
i-Doser es “programa por computadora que produce archivos sonoros en ondas
binaurales que generan los mismos efectos de la drogas alucinógenas”.
EXPERIENCIAS SENSORIALES
La definición de i-Doser es “programa por
computadora que produce archivos sonoros en ondas binaurales que generan los
mismos efectos de la drogas alucinógenas”.
i-Doser es un programa por computadora que
produce archivos sonoros en ondas binaurales que generan los mismos efectos de
la drogas alucinógenas.
Empecé la investigación vía internet y
descubrí que son gratuitas… pero ni en la página oficial ni en sitios de
descargas pude bajar nada sin el respectivo pago.
Creo que es más la fama que lo que realmente
producen las drogas auditivas
Seguro es un agarrapendejos (me incluyo) para
que compres aunque sea por curiosidad, aunque he de reconocer que no son caras,
la factura en iTunes fue de apenas $120, porque no se pueden descargar
canciones por separado, tuve que comprar todo el álbum.
Mientras escribo esto estoy escuchando uno de
los 3 discos que me compré. Empecemos con Recreational Simulations, que incluye
las “canciones” Peyote, Cocaine, Marijuana y Opium.
Me preparé, apagué las luces, fui por mis
mejores audífonos y a darle a la mariguana... 15 minutos de nada. Así pasaron
las demás “drogas”, sin pena ni gloria, hasta que Peyote me hizo sentir algo:
mi corazón iba a mil por hora y estaba nerviosa, ansiosa, no podía aterrizar la
sensación.
Pase al disco 2, Sexual Simulations 1, bajo
la premisa “si vas a probar, pues hay que probar bien y de todo”. Empecé con la
melodía Orgasm, al minuto 8 se empieza a escuchar, como en lenguaje subliminal,
una porno y quiero decirles que sí sentí cosquillitas y sí se me antojó, pero hasta
ahí.
Para acabar mi dosis de “drogas auditivas”
puse el último disco adquirido Sense Simulations y ese sí me gustó.
Involucra todos los sentidos. Me puso como en
trance con campanas, pájaros y olas. Sentía como si mi cabeza creciera y se
achicara con los sonidos.
Dejé que el disco corriera sin parar y había
momentos donde por más que lo intentaba no podía abrir los ojos. Como que metí,
literal, todos mis sentidos y me desconecté. Me relajé muchísimo y sentí mucha
paz. Fuera de eso no sentí nada extraordinario, no vi elefantes ni psicodelia
ni me volví loca, creo.
Mi recomendación, si este texto genera
curiosidad, es que escuchen Sense Simulations, al menos está padre tener la
música para dejarla de fondo mientras cocinan, leen o concilian el sueño.
Creo que es más la fama que lo que realmente
producen las drogas auditivas. En lo que sí estoy de acuerdo es que el cerebro
puede alcanzar el “efecto” sin necesidad de consumir nada.
La vida misma es un estímulo.
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