La marihuana se envuelve normalmente en un cigarro llamado porro, o canuto. También puede beberse como un té o mezclarse con comida, o fumarse con una pipa de agua conocida como o bong.
Cannabis.- El cannabis es el tercero en la lista de las cinco principales substancias causantes de la admisión de adictos en instalaciones de tratamiento de drogas en los Estados Unidos, que asciende a un 16%. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares (National Household Survey) sobre el consumo de drogas, los niños que frecuentemente consumen marihuana tienen casi cuatro veces más probabilidades de actuar violentamente o de dañar posesiones. Estos niños son cinco veces más capaces de robar que los que no consumen drogas.
Hoy en día, la marihuana es mucho más potente de lo que era. Las técnicas de selección usadas con las semillas han producido una droga más poderosa. Como resultado, se han aumentado significativamente el número de servicios de urgencias en relación con la marihuana y el número de jóvenes que la fuman.
Debido a que se produce una tolerancia, la marihuana lleva a sus consumidores a tomar drogas más fuertes para lograr el mismo viaje. Cuando los efectos empiezan a irse, la persona puede optar por drogas más potentes para deshacerse de las condiciones indeseadas que le impulsaron a tomar marihuana por primera vez. La marihuana en sí no conduce al consumo de otras drogas: la gente toma drogas para deshacerse de situaciones o sensaciones indeseadas. La droga (marihuana) enmascara el problema durante un tiempo (cuando el consumidor está en un viaje). Cuando el “viaje” se desvanece, el problema, la condición o situación indeseable retorna más intensamente que antes. El usuario puede luego optar por drogas más fuertes ya que la marihuana ya no “funciona”.
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