De acuerdo con las Naciones Unidas, 158.8 millones de
personas alrededor del mundo usan marihuana… más del 3.8% de la población
mundial.
Los efectos inmediatos al fumar marihuana incluyen
taquicardia, desorientación, falta de coordinación física, a menudo seguidos
por depresión o somnolencia. Algunos consumidores sufren ataques de pánico o
ansiedad.
Pero el problema no acaba aquí. De acuerdo a estudios
científicos, el ingrediente activo del cannabis, THC, permanece en el cuerpo
durante semanas o incluso más tiempo.
El humo de la marihuana contiene del 50% al 70% más
sustancias que causan cáncer que el humo del tabaco. Un estudio de investigación
importante informó que un porro de cannabis puede causar el mismo daño a los
pulmones que cinco cigarrillos fumados uno detrás del otro. Los fumadores de
porros de toda la vida a menudo sufren de bronquitis, una inflamación del
tracto respiratorio.
La droga puede afectar no sólo a tu salud física.
Estudios en Australia durante el 2008, han asociado el uso frecuente y
prolongado de marihuana con anormalidades en el cerebro. Esto está respaldado
por una investigación anterior sobre los efectos a largo plazo de la marihuana,
lo cual indica que hay cambios en el cerebro, similares a aquellos causados por
el consumo prolongado de otras drogas más importantes. Y varios estudios han
mostrado la conexión entre el uso continuo de la marihuana y la psicosis.
La marihuana cambia la estructura de las células del
esperma, deformándolas. Además, pequeñas cantidades de marihuana pueden causar
esterilidad temporal en el hombre. El uso de la marihuana puede alterar el
ciclo de la menstruación en la mujer.
Los estudios demuestran que las funciones mentales de
personas que han fumado gran cantidad de marihuana tienden a disminuir. El THC
del cannabis afecta las células nerviosas del cerebro, lo que a su vez afecta a
la memoria.
El cannabis es una de las pocas drogas que causan la
división anormal de la célula, lo cual conduce a graves defectos hereditarios.
Una mujer embarazada que fuma regularmente marihuana o hachís puede dar a luz
prematuramente un bebé de menor tamaño y con menos peso de lo normal. En los
pasados 10 años, muchos hijos de adictos a la marihuana han nacido con una
iniciativa reducida y capacidades disminuidas en cuanto a concentrarse y
dedicarse al logro de las metas en la vida. Los estudios también sugieren que
el consumo prenatal de la droga puede resultar en defectos de nacimiento,
anormalidades mentales y un mayor riesgo de leucemia1 en los niños.
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