martes, 29 de octubre de 2013

LA NUEVA CARA DE LA HEROÍNA

Es obsoleta la imagen de un adicto a la heroína joven y apático, tirado en un callejón mugriento y oscuro. Hoy en día, el joven adicto puede tener 12 años, jugar con videojuegos y disfrutar de la música de su generación. Puede parecer inteligente, con estilo y no mostrar ninguna de las marcas comunes que deja el consumo de la heroína, como las marcas de jeringas en el brazo.
Debido a que está disponible en varias formas para facilitar su consumo y para que sea más barato, hoy en día la heroína es más atractiva que nunca. Entre 1995 y el 2002, el número de adolescentes en Estados Unidos, de 12 a 17 años, que consumieron heroína en algún momento en su vida aumentó en un 300%.
Un joven que podría pensar dos veces en meterse una jeringa en el brazo puede estar más dispuesto a fumar o a inhalar la misma droga. Pero esto es falsamente tranquilizador y podría dar la idea de que existe menos riesgo. La realidad es que la heroína en todas sus formas es peligrosa y adictiva.

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