viernes, 25 de octubre de 2013

CRACK: UNA BREVE HISTORIA

Mientras que el uso de hojas de coca como intoxicante se remonta a tres mil años, el crack fue desarrollado durante el auge de la cocaína en la década de 1970 y su uso se esparció a mediados de los 80.
De acuerdo a la DEA (Agencia Norteamericana de Regulación de Drogas), a finales de la década de los 70 había una saturación enorme de polvo de cocaína siendo introducido a los Estados Unidos. Esto causó que el precio de la droga cayera hasta un 80%. Enfrentados con la caída de los precios de su producto ilegal, los traficantes convirtieron el polvo en “crack”, una forma sólida de cocaína que se podía fumar.
Fragmentada en pequeños pedazos, o “rocas”, esta forma de cocaína se podía vender en pequeñas cantidades, para más personas y con ganancias mayores. Era barata, sencilla de producir, fácil de usar y altamente remunerativa para los traficantes.
A principios de 1980, aparecieron informes del consumo de crack en Los Ángeles, San Diego, Houston y el Caribe.
La mayor oleada de consumo de la droga vino durante la “epidemia del crack”, entre 1984 y 1990, cuando la droga se extendió a través de las ciudades estadounidenses. La epidemia del crack incrementó dramáticamente el número de estadounidenses adictos a la cocaína. En 1985, el número de gente que admitía consumir rutinariamente cocaína se incrementó de 4.2 millones a 5.8 millones.
A finales de 1986, el crack estaba disponible en veintiocho estados y en el Distrito de Columbia. En 1987, se informó que el crack estaba disponible en todos los estados de los Estados Unidos excepto en cuatro. Desde entonces, el consumo de la droga ha continuado extendiéndose desde el norte al sur de América y desde Europa y al resto del mundo.
En 2002, el Reino Unido estaba experimentando su propia “epidemia del crack”, con un aumento del 50% del número de adictos al crack que estaba buscando ayuda. El Reino Unido informó un incremento del 74% en detenciones por crack durante redadas de drogas entre el 2000 y el 2006.
La mayoría de los consumidores de crack europeos se encuentran en tres ciudades: Hamburgo, Londres y París. Pero se ha informado también que el consumo de crack es un problema significativo en algunas comunidades holandesas y en territorios franceses fuera del país: Guadalupe, la Guyana Francesa y Martinica.

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