martes, 29 de octubre de 2013

¿QUÉ ASPECTO TIENE LA HEROÍNA?

En su forma más pura, la heroína es un polvo blanco fino. Pero más a menudo se encuentra de color gris rosáceo, café o negro. La coloración viene de aditivos que se han usado para diluirla, que pueden incluir el azúcar, la cafeína u otras sustancias. La heroína de la calle a veces se “corta” con estricnina u otros venenos. Los diversos aditivos no se disuelven completamente y cuando se inyectan dentro del cuerpo pueden obstruir los vasos sanguíneos que van a los pulmones, los riñones o el cerebro. Esto en sí puede causar la infección o destrucción de órganos vitales.
El consumidor que compra heroína en la calle nunca sabe el potencial real de la droga que hay en ese paquete en particular. Por lo tanto, los consumidores se encuentran en riesgo constante de una sobredosis.
La heroína puede ser inyectada, fumada e inhalada por la nariz. La primera vez que se usa, la droga crea una sensación de estar “volando”. Una persona puede sentirse extrovertida, capaz de comunicarse fácilmente con otros y puede experimentar una sensación de mejor desempeño sexual… pero no por mucho tiempo.
La heroína es altamente adictiva y dejarla es extremadamente doloroso. La droga debilita rápidamente el sistema inmunológico, dejándolo a uno finalmente enfermizo, extremadamente delgado y huesudo, y, por último, muerto.

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