- Sea específico. Explique las razones en las que se basan las normas. Dígale cuáles son y qué espera de ellos. Platique sobre las consecuencias que habrá si no se cumplen: cuáles serán las sanciones, en qué forma se aplicarán, cuánto tiempo representarán y cuál es el propósito del castigo.
Tarea:
Por ejemplo, si prohíbe beber cerveza, puede decirles que el castigo será no darles dinero durante quince días, por lo que no deben solicitarlo durante este periodo como lo hacen regularmente, explicándoles que necesita sancionarlos para evitar que corran riesgos de salud como el alcoholismo.
- Sea consistente. Aclare a sus hijos que la norma de no consumir drogas permanece vigente en todo momento: en casa, en reuniones con amigos, en bares y discotecas, etcétera.
Tarea:
Por ejemplo, si uno de los hijos experimentó con mariguana en casa de algún amigo, aplique la sanción correspondiente (evitar las salidas nocturnas de fin de semana). No minimice lo que hizo y recuerde que en todo momento y lugar la regla es válida; si lo hace en otro espacio (calle, escuela, casa de algún familiar, etcétera) la regla será vigente y la sanción se aplicará.
- Sea razonable. No agregue nuevas consecuencias que no hayan sido convenidas antes de haberse infringido la norma. Evite amenazas irreales: “tu padre te va a matar cuando te vea en ese estado”. Reaccione con calma y aplique el castigo que el hijo espera.
Tarea:
Por ejemplo, si el chico o la chica usó tabaco y la sanción convenida era prohibir ver la televisión durante una semana, no cambie la sanción solicitando que realice labores domésticas durante un mes.
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