Asegúrese de que su hijo se sienta cómodo transmitiéndole sus problemas o preguntas. Escuche atentamente lo que dice. No permita que la discusión vaya acompañada de enojo. Si es necesario, tome un descanso de cinco minutos para calmarse antes de continuar. Tome nota de lo que su hijo no le dice. Si no le cuenta sus problemas, tome la iniciativa y pregúntele lo que ocurre con sus
amigos o amigas en otras actividades.
Tarea:
Esté disponible para conversar incluso sobre temas sensibles o delicados como la elección de pareja, el uso de métodos anticonceptivos, las decepciones amorosas. Los hijos necesitan saber que pueden confiar en sus padres en todo momento y que recibirán información sobre los temas que son importantes para ellos. Si sus hijos desean platicar en un momento donde usted no puede prestarles completa atención, fije otro momento para hacerlo,
y hágalo.
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