Existe un refrán que dice: “El que con lobos anda a aullar se enseña”. Como gran parte de la sabiduría popular, esto es cierto, ya que “se predica mejor con el ejemplo”.
Los padres funcionan como modelos de aprendizaje para sus hijos. Si se toma en cuenta que gran parte del aprendizaje es por imitación, las conductas de los padres ejercerán gran influencia sobre los hijos.
Recuerden que los mensajes que se brindan deben ser congruentes con el comportamiento que se muestra; si desean que sus hijos no consuman drogas, no les enseñen a hacerlo.
Está demostrado que si los padres consumen alcohol y otras drogas se incrementa el riesgo de que las usen también los hijos.
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