- Lentitud en la función cerebral
- Pulso y respiración reducida
- Presión arterial reducida
- Baja concentración
- Confusión
- Fatiga
- Mareos
- Habla confusa
- Fiebre
- Aletargamiento
- Alteraciones visuales
- Pupilas dilatadas
- Desorientación, falta de coordinación
- Depresión
- Dificultad o incapacidad para orinar
- Adicción
Las dosis más altas pueden causar deterioro de la memoria, el juicio y la coordinación, irritabilidad, paranoia, y pensamientos suicidas. Algunas personas experimentan lo contrario de los efectos que buscan, tales como agitación o agresión.
El uso de sedantes (fármacos utilizados para calmar o tranquilizar) y tranquilizantes con otras sustancias, en especial con alcohol, puede hacer lenta la respiración y el ritmo cardíaco e incluso causar la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario